martes, 8 de mayo de 2012

Bu-Shi-Do

Esta noche quiero dedicarle un pequeño pero gran espacio a Japón. Pequeño porque este rincón de la Red es casi inexistente y grande porque ocupa un espacio considerable en mi alma.


¿Qué es lo más importante según la cultura occidental? Lo único que no se perdió cuando Pandora abrió esa maldita caja: la esperanza. Y de la esperanza nace la necesidad de seguir adelante por todos los medios; la voluntad, al fin y al cabo, de vivir; la vida.


La cultura oriental clásica tiene un enfoque muy diferente al nuestro como todos sabréis. Concretamente la cultura nipona arraigada en el bushido o el camino del samurai (guerrero) antepone el honor a todo lo demás.


Todas las culturas del mundo guardan sus diferencias. Algunos puntos de vista son inconcedibles desde el otro rincón del globo. Si la vida es lo único que nos mantiene existiendo, ¿cómo es posible que alguien valore el honor más que la propia supervivencia? Entiendo que no se comprenda o asimile rápidamente, pero si nos esforzamos podremos ver la profundidad de las palabras del samurai.


El buen guerrero debía seguir 7 normas o principios que regían el Bushido: 

  • el Gi, la honradez o la justicia; 
  • el Yu, el valor; el Jin, la compasión; 
  • el Rei, la cortesía; 
  • el Meyo, el honor; 
  • el Makoto, la sinceridad absoluta; 
  • el Chugo, la lealtad y el deber. 
Los 7 preceptos y los kanjis de Bushido en el centro. Fuente: Bushido-Le-Samurai




Como se desprende de estos preceptos, la vida del samurai no era sencilla. 


Un caminante en la senda del guerrero debía ser honrado con todos y cuando se hablaba de justicia aludía a la propia, a la que surgía de su corazón.


"El coraje heróico no es ciego. Es inteligente y fuerte"; el samurai no se escondía jamás. A pesar de haber recibido un entrenamiento para soportar unas batallas extenuantes, el buen guerrero no era despiadado. La compasión era necesaria para conservar el honor. 


Según el Jin, "El samurai debe ayudar a sus hermanos en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla". Incluso podían desviarse de la senda para alargar la mano al resto.


Un samurai no necesita mostrar su fuerza, por eso existe el Rei, la cortesía. El samurai es temido por su fiereza en la batalla pero es respetado por su trato con los demás.


La más importante de las bases a mi parecer, el Meyo, el honor, dice que el único juez del samurai es él mismo. Sus decisiones serán el reflejo del ser que habita en el alma del guerrero.


Para el siguiente punto, el Makoto, la sinceridad absoluta, únicamente puedo citar una frase: "Hablar y hacer son, para un samurai, la misma acción".


La séptima norma del bushido habla de la lealtad. El Chugo dice que el samurai es responsable de todo lo que ha dicho y hecho y se debe atener a las consecuencias. El samurai siempre le será fiel a aquel que está bajo su protección.


"Las palabras de un samurai son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya, por ello el samurai debe tener cuidado con el camino que sigue".






Es hermoso... La katana no se usaba para asesinar. La katana se desenvainaba para defender a alguien en peligro y, como consecuencia, morían otros samurais. Pero ellos mismos seguían la senda del bushido y estaban dispuestos a morir usando su propia vida como escudo para defender su honor. Cuando un samurai consideraba que se había extraviado de la senda correcta, se hacía el Harakiri. El Harakiri es un ritual de suicidio que consiste en apuñalarse a uno mismo el estómago e ir abriendo la herida con un arma blanca de tamaño reducido. Si un familiar o un ser cercano consideraba que la falta no eclipsaba toda una vida de honor, cortaba la cabeza a la víctima con una katana para acabar con su sufrimiento de un modo honorable.


Si tú darías la vida por el ser al que más amas, no eres tan diferente de un samurai. Si entre llantos de dolor y charcos de sangre puedes divisar la figura del sentido de tu vida, habrás muerto como un guerrero sin saberlo. Corrían otros tiempos y los pensamientos no son inamovibles, pero la historia ha dejado mella en mi frágil alma occidental. No empuñaré una katana, pero si levantaré mi voz, usaré mis derechos y me saldré del camino para eliminar los obstáculos en la senda de mis seres queridos. Bushido es más que un camino, bushido es lo que tú veas que hay oculto bajo las rocas del límite del mapa.


No sé si me he explicado, pero con esto justifico uno de mis proyectos de tatuaje: Bu-shi-do.

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