lunes, 7 de octubre de 2013

All-in sobre el arca de la alianza

Ya no hay vuelta atrás. He cruzado una senda sin retorno, como en esas películas malas o en esos videojuegos genéricos en los que cae un tronco en mitad del camino sin razón aparente, cortando cualquier vía de escape. Sí, he apostado todas mis fichas, en un all-in del destino, obligando al resto de jugadores implicados a que pongan toda la carne en el asador. Quizá me estoy pasando, quizá estoy rozando el límite de lo que debería ser la naturalidad de la vida. Quizá estoy, en fin, forzando algo que llevo anhelando desde hace muchísimo tiempo sin saber por qué o sin querer admitirlo conmigo mismo.

Echo de menos la cobardía que me caracterizaba con estos temas cuando era bastante más joven. Le daba juego a la vida en general y me hacía sentir con el doble de potencia en particular. Ahora, soy cobarde en otro aspecto: me tenéis delante de la mesa, esperando a que la quinta carta se destape para mostrar una mano que ni siquiera he mirado. Apostando a ciegas voy en esta partida de poker de la vida y no temo entrar en ella sin una estrategia, sino el resultado final. ¿Victoria o derrota? Quién sabe.

Lo único que le pido al destino, si es que existe, es que no me aleje del descubrimiento más importante que he hecho en los últimos tiempos, de ese cofre dorado que he abierto sin forzar la cerradura, con ternura, cariño y, en cierto modo, amor irracional. Y lo único que me pido a mí mismo es un poco de paciencia, cordura (en la medida de lo posible dentro de la locura en que resulta todo esto) y madurez.

La cerradura del cofre estaba algo debilitada, pues la llave llevaba un par de años en ella, sin moverse, en una rutina de óxido e invariabilidad. Haber encontrado la llave perdida no me da derecho a volver a insertarla si haber restaurado antes el maltrecho baúl, arca de la alianza.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Espero que el cofre se restaure y este lleno de algo por lo cual haya valido la pena el esfuerzo de abrirlo, si lo restauras, claro

Albert Alsina dijo...

Gracias tío, de verdad

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